Lo que hay que saber sobre la mala circulación

Una amplia gama de síntomas puede indicar una mala circulación. Estos síntomas pueden afectar a la calidad de vida de una persona e incluso pueden causar complicaciones graves.

Los síntomas más comunes son:

  • entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies
  • manos y pies fríos
  • hinchazón en los pies, tobillos y piernas
  • pérdida de memoria y dificultad de concentración
  • problemas digestivos
  • fatiga
  • calambres articulares y musculares
  • cambios en el color de la piel
  • úlceras en las piernas o en los pies
  • venas varicosas

El mejor tratamiento para la mala circulación depende de la causa, y los problemas en las arterias o las venas suelen ser los responsables.

Síntomas de la mala circulación

El hormigueo en las extremidades y el dolor articular son síntomas de mala circulación.

Los síntomas de la mala circulación pueden no ser aparentes.

Sin embargo, tanto si los síntomas son evidentes como si no, la mala circulación puede ser peligrosa.

Los siguientes son síntomas comunes de mala circulación.

Una persona debe informar de cualquiera de ellos a un médico.

1. Adormecimiento y hormigueo en las extremidades

Uno de los síntomas más comunes de la mala circulación es el entumecimiento y el hormigueo en las manos y los pies.

Cuando algo restringe el flujo sanguíneo y la sangre no puede llegar a las extremidades en cantidades suficientes, la persona también puede tener una sensación de pinchazos.

2. Manos y pies fríos

La reducción del flujo sanguíneo hace que las manos y los pies se sientan mucho más fríos que el resto del cuerpo.

Cuando la sangre no puede fluir a un ritmo saludable, esto puede provocar fluctuaciones de temperatura en la piel y en las terminaciones nerviosas de las manos y los pies.

3. Hinchazón en las extremidades inferiores

La mala circulación puede hacer que se acumule líquido en ciertas zonas del cuerpo. Esto se denomina edema y suele producirse en las piernas, los tobillos y los pies.

El edema también puede ser un signo de insuficiencia cardíaca. Puede ocurrir cuando el corazón es incapaz de hacer circular un suministro adecuado de sangre por todo el cuerpo.

El edema en las extremidades inferiores también puede desarrollarse cuando la sangre se acumula en esas zonas. La presión se acumula, forzando el líquido de los vasos sanguíneos a los tejidos circundantes.

Los síntomas del edema incluyen:

  • pesadez e hinchazón
  • piel tensa y caliente
  • rigidez en las articulaciones
  • dolor en las zonas afectadas

Algunas personas se dan cuenta de que tienen un edema porque la ropa o las joyas empiezan a sentirse apretadas.

Si una persona con edema presiona la zona afectada, puede dejar una hendidura en la piel hinchada.

Además, cuando el líquido que contiene proteínas se acumula en el abdomen, esto se conoce como ascitis. Los problemas de circulación y la cirrosis hepática pueden ser los responsables.

4. Disfunción cognitiva

La mala circulación de la sangre puede afectar al funcionamiento del cerebro, lo que lleva a la pérdida de memoria y a la dificultad para concentrarse.

Estos y otros problemas cognitivos pueden ser consecuencia de:

    • una reducción del flujo de sangre al cerebro
    • una reducción de la cantidad de sangre bombeada a todo el cuerpo

ciertos cambios en la presión arterial

5. Problemas digestivos

La digestión depende del flujo sanguíneo, y la mala circulación puede estar relacionada con la materia grasa que puede acumularse en el revestimiento de los vasos sanguíneos del abdomen.

Los problemas digestivos relacionados con la reducción del flujo sanguíneo incluyen:

  • dolor abdominal
  • diarrea
  • heces con sangre, estreñimiento y calambres.

6. Fatiga

Un flujo sanguíneo deficiente afecta a los niveles de energía y puede causar fatiga.

Además, el corazón debe bombear con más fuerza cuando la circulación es deficiente, lo que puede provocar más fatiga.

7. Dolor en las articulaciones y calambres musculares

La mala circulación puede causar dolor en las piernas, los pies, los brazos y las manos.

Las manos y los pies fríos pueden doler o palpitar, especialmente cuando empiezan a calentarse y el flujo sanguíneo regresa.

La mala circulación en las piernas y los brazos también puede causar dolor en estas zonas, incluidos los músculos de las pantorrillas. Este tipo de dolor en las piernas suele empeorar cuando se está sentado o de pie durante mucho tiempo.

Además, cuando la sangre no circula correctamente, el oxígeno y los nutrientes no pueden llegar a los tejidos con eficacia, lo que puede provocar rigidez y calambres.

8. Cambios en el color de la piel

Cuando una cantidad insuficiente de sangre arterial llega a los tejidos del cuerpo, la piel puede aparecer pálida o azulada. Si la sangre se escapa de los capilares, estas zonas pueden aparecer de color púrpura.

Las siguientes zonas pueden estar descoloridas:

    • nariz
    • labios
    • orejas
    • pezones
    • manos

pies

9. Úlceras en las piernas

La mala circulación afecta a la capacidad de cicatrización del cuerpo, lo que puede provocar úlceras en las piernas y los pies.

Las úlceras también pueden desarrollarse cuando la sangre se acumula en las venas de las piernas, lo que provoca una hinchazón debajo de la piel.

10. Venas varicosas

La mala circulación hace que las varices existentes se hagan visibles.

Las varices dificultan el retorno de la sangre al corazón. También pueden provocar síntomas, como:

    • pesadez en las piernas
    • dolores en las piernas
    • picor
    • hinchazón

venas que parecen anudadas

Las venas varicosas son comunes entre las personas que permanecen regularmente de pie durante mucho tiempo.

¿Cuáles son las causas?

Varias condiciones pueden causar mala circulación, incluyendo:

Aterosclerosis

La acumulación de placa en los vasos sanguíneos puede causar mala circulación.

La aterosclerosis es una de las causas más comunes de la mala circulación de la sangre.

Se produce cuando la placa se acumula en los vasos sanguíneos, especialmente en las arterias.

Esta acumulación acaba por estrechar y endurecer las arterias, restringiendo finalmente el flujo sanguíneo.

La aterosclerosis suele afectar a las arterias del cerebro, el corazón, las piernas y los brazos.

Cuando la aterosclerosis se desarrolla en las extremidades superiores e inferiores, se denomina enfermedad arterial periférica (EAP).

Diabetes mellitus

La diabetes puede causar problemas de circulación y afecciones relacionadas, como la arteriopatía periférica.

Con el tiempo, los niveles elevados de glucosa en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y provocar la acumulación de placa. Es esencial que las personas con diabetes controlen correctamente sus niveles de glucosa en sangre, su presión arterial y sus niveles de colesterol para mantener un flujo sanguíneo saludable.

La diabetes puede causar daños en los nervios, y los niveles elevados de glucosa pueden provocar una afección denominada neuropatía diabética. Un tipo de esta afección también puede afectar a la presión arterial y al ritmo cardíaco de una persona.

Coágulos de sangre

Un coágulo en un vaso sanguíneo puede restringir el flujo de sangre hacia o desde los órganos o tejidos. En algunos casos, un coágulo bloquea completamente el flujo de sangre.

Un coágulo de sangre puede ser doloroso, y si un coágulo se desplaza, puede tener consecuencias graves, como:

  • un ataque al corazón
  • un derrame cerebral
  • una embolia en una arteria pulmonar que daña el pulmón

Los coágulos de sangre pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y provocar problemas de circulación. Sin embargo, si el médico los detecta a tiempo, el tratamiento puede tener éxito.

Tener sobrepeso

El peso extra supone una carga para el cuerpo, especialmente si una persona pasa mucho tiempo sentada o de pie.

El peso añadido también aumenta el riesgo de sufrir problemas de presión arterial y varices.

Enfermedad o fenómeno de Raynaud

Esta enfermedad provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos y afecta al 5 por ciento de la población en Estados Unidos.

El estrechamiento de los vasos y la restricción del flujo sanguíneo pueden causar entumecimiento, hormigueo y sensación de frío en las manos y los pies, y los efectos pueden agravarse con el tiempo.

Fumar productos del tabaco

Fumar aumenta el riesgo de desarrollar afecciones que provocan una mala circulación. También interfiere en el flujo sanguíneo, daña las paredes de los vasos sanguíneos y provoca la acumulación de placa en las venas.

Estos efectos aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e infartos.

Diagnóstico y tratamiento

Un médico tendrá en cuenta el historial médico de una persona a la hora de diagnosticar la mala circulación.

La mala circulación se produce con una serie de condiciones. Antes de hacer un diagnóstico, un médico considerará el historial de una persona:

  • síntomas
  • factores de riesgo
  • cualquier condición relacionada
  • antecedentes médicos familiares
  • los resultados de un examen físico

A continuación, el médico solicitará pruebas, que pueden incluir:

    • pruebas de azúcar en sangre para detectar la diabetes
    • análisis de sangre para detectar afecciones inflamatorias
    • ecografía o tomografía computarizada para examinar los vasos sanguíneos y comprobar si hay coágulos

un índice tobillo-brazo para detectar la EAP

El tratamiento de la mala circulación dependerá de la causa subyacente. Los siguientes cambios en el estilo de vida también pueden ayudar:

  • dejar de fumar
  • perder peso
  • llevar una dieta saludable

El uso de medias de compresión puede ayudar a controlar el dolor y la hinchazón de las piernas. Las medias de compresión se pueden comprar por Internet.

Algunas personas también se benefician de asistir a programas de ejercicios diseñados para mejorar la circulación.

Conclusiones

Las afecciones que causan mala circulación son más fáciles de tratar cuando el médico las detecta a tiempo.

Si una persona no recibe tratamiento, puede desarrollar complicaciones potencialmente mortales, como coágulos de sangre y úlceras cutáneas infectadas. Algunas personas necesitan una amputación.

Es fundamental informar al médico de los síntomas de mala circulación, para recibir el tratamiento adecuado y mantener un estilo de vida saludable.