¿Por qué me duele la parte superior del pie?

El pie tiene un complejo conjunto de tendones, músculos, articulaciones y huesos que le permiten funcionar correctamente, así como soportar la marcha, la bipedestación y otros movimientos cotidianos.

Sin embargo, muchas condiciones de salud y lesiones pueden alterar el movimiento y el equilibrio del pie, causando problemas y dolor.

El dolor en la parte superior del pie puede parecer un lugar inusual, sobre todo si no se ha producido ninguna lesión evidente en esa zona. Sin embargo, esta zona puede verse afectada por diversas afecciones y lesiones más allá de una fractura ósea o un hematoma.

La mayoría de los dolores de pies requieren, como mínimo, reposo y cuidados adicionales para curarse. Si el dolor se debe a una condición de salud subyacente, puede ser necesaria una atención médica adicional.

Tomar nota del dolor y los síntomas y de lo que había antes del problema puede ayudar a determinar la causa. De este modo, se puede administrar el tratamiento correcto.

Lesiones

Una lesión, como un esguince o una rotura de hueso, puede producirse en cualquier parte del pie, incluida la parte superior.

Los problemas en la parte superior del pie pueden deberse a la caída de algo sobre la zona. Sin embargo, puede haber otras causas menos evidentes.

Lesión de lisfrank o del mediopié

Una causa común de lesión en la parte superior del pie es dejar caer algo sobre ella. Otras causas son el desgaste de los músculos y las lesiones relacionadas con el tobillo.

La parte media del pie se conoce como zona de Lisfrank o pie medio. Esta zona está formada por un grupo de huesos pequeños que ayudan a formar el arco del pie.

Si uno de los huesos del mediopié se rompe o un tendón se inflama o se desgarra, puede causar dolor, hinchazón, hematomas y enrojecimiento en la parte superior del pie.

Las lesiones del mediopié pueden ser causadas por accidentes, como la caída de un objeto pesado sobre el pie.

Sin embargo, no todas las lesiones en la parte media del pie se deben a la caída de algún objeto o a que se pise el pie. Suelen producirse cuando alguien se cae con el pie flexionado hacia abajo, tirando o forzando los tendones o fracturando los huesos.

También puede producirse una fractura capilar o de estrés en esta zona debido a un uso excesivo, como por ejemplo, por correr durante largos periodos o realizar actividades de alto impacto.

Las lesiones en el mediopié pueden ser de leves a graves, dependiendo de la cantidad de tendones o huesos lesionados. Las lesiones leves de los tendones pueden requerir sólo RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) hasta que el tendón se haya curado.

Las lesiones graves y las fracturas óseas pueden requerir una escayola, fisioterapia o cirugía.

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Fractura del quinto metatarsiano

El dolor en la parte exterior de la parte superior del pie suele estar relacionado con el quinto metatarsiano. Se trata de un hueso largo que conecta el dedo pequeño del pie con la parte media del mismo.

En el quinto metatarsiano pueden producirse varios tipos de fracturas:

  • Fractura por avulsión : Se produce cuando un tendón o ligamento tira de un pequeño trozo del quinto metatarsiano fuera de su sitio. Una fractura por avulsión suele producirse con una lesión de «rodillo de tobillo» y puede ocurrir junto con un esguince de tobillo.
  • Fractura de Jones : Este tipo de rotura suele producirse cerca de la parte superior del quinto metatarsiano, cerca de la zona exterior y media del pie. Puede tratarse de una pequeña fractura capilar causada por la tensión y el esfuerzo repetidos en el pie, o puede ser una rotura más grave debida a una lesión o una caída.
  • Fractura de la parte media del pie : Este tipo de rotura suele deberse a un accidente o a una torsión del pie. Se produce cerca de la mitad del quinto metatarsiano.

Las roturas del quinto metatarsiano suelen requerir atención médica. Se recomienda no tocar el pie y utilizar el método RICE inmediatamente después de la lesión. También pueden ser necesarios cuidados adicionales, como una escayola, una bota o muletas.

Se puede recomendar la cirugía si:

  • el hueso está desplazado
  • hay múltiples roturas en el quinto metatarsiano o en otras zonas del pie
  • la fractura no está curando como se esperaba

tendinitis de los extensores

Los planes de tratamiento se basarán en la causa del dolor de pies.

La tendinitis puede producirse en muchas zonas diferentes de los pies y las piernas. Los tendones extensores, situados en la parte superior del pie, son necesarios para flexionar o tirar del pie hacia arriba.

Si se inflaman debido a un uso excesivo o al uso de zapatos sin la sujeción adecuada, pueden desgarrarse o inflamarse. Esto se conoce como tendinitis del extensor, que puede causar un dolor importante en la parte superior del pie.

El dolor de la tendinitis de los extensores suele empeorar con la actividad, y también puede aparecer junto con la hinchazón de la parte superior del pie. Puede aparecer después de un ejercicio excesivo o de hacer demasiado ejercicio, demasiado pronto.

La afección puede ser bastante dolorosa, pero a menudo puede tratarse con:

    • reposo, con o sin férula
    • antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno
    • inyecciones de esteroides

fisioterapia o ejercicios

Una vez que el tendón se sienta mejor, es mejor volver a la actividad lentamente para evitar que se inflame o se lesione el tendón de nuevo.

Quiste de ganglio

Un quiste ganglionar se forma bajo la superficie de la piel, con la apariencia de un bulto o saco lleno de líquido.

Suele formarse en la parte superior del pie y puede ocurrir después de una lesión en la zona. Sin embargo, no siempre se conoce la causa de estos quistes.

Un quiste ganglionar puede causar dolor si presiona un músculo o una articulación del pie. También puede causar hormigueo o ardor si se encuentra cerca de un nervio. Si el quiste es grande, puede causar molestias o dolor cuando roza con los zapatos.

El tratamiento de un quiste ganglionar depende del dolor que cause:

  • Los quistes pequeños que no causan dolor pueden seguir un enfoque de «esperar y ver».
  • Se pueden utilizar almohadillas o calzado especial para evitar el roce y la irritación del quiste.
  • Un quiste puede ser aspirado, donde el líquido se extrae con una aguja. Sin embargo, a veces el quiste vuelve a aparecer después de este tratamiento.
  • Los quistes graves y dolorosos se pueden extirpar con cirugía.

Condiciones de salud y dolor

La gota afecta con mayor frecuencia al dedo gordo del pie. Sin embargo, puede afectar a otras zonas del pie, provocando ataques repentinos de dolor intenso.

No todos los dolores de pies están relacionados con una lesión o un uso excesivo. Algunas condiciones de salud pueden causar dolor de pies, especialmente las que afectan a los nervios y las articulaciones. Algunos ejemplos son:

Artritis

El pie tiene 30 articulaciones, lo que lo convierte en una zona común para la aparición de la artritis.

La articulación metatarsofalángica (MCP) se encuentra en la base de cada dedo y puede causar dolor en la parte superior del pie si está afectada por la artritis.

Diabetes

La diabetes puede causar daños en los nervios, especialmente en los pies. La diabetes no controlada puede provocar hormigueo, entumecimiento y dolor en cualquier parte del pie.

Gota

La gota es un trastorno que provoca una dolorosa acumulación de ácido úrico en las articulaciones. Aunque la gota afecta más comúnmente al dedo gordo del pie, puede afectar a la parte superior del pie y a otras zonas del cuerpo.

Suele causar un dolor intenso que aparece rápidamente, así como enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad en la zona afectada.

Diagnóstico y tratamiento

Debido a que el dolor en la parte superior del pie puede ser un signo de muchos problemas diferentes, el diagnóstico suele implicar que un médico tome el historial médico de la persona, así como pruebas médicas.

El diagnóstico puede incluir un examen físico del pie, radiografías, resonancia magnética u otras exploraciones de imagen. También puede ser necesario realizar pruebas de diabetes, gota y otras enfermedades.

El tratamiento dependerá de la causa subyacente del dolor.

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Prevención

El dolor de pies no siempre se puede prevenir, pero practicar un buen cuidado de los pies puede ayudar. Las personas deben procurar hacer lo siguiente:

  • Facilitar el ejercicio : Muchas lesiones en los pies se producen cuando una persona hace demasiado, demasiado pronto. El ejercicio debe aumentar gradualmente en tiempo y dificultad.
  • Calentar y enfriar al hacer ejercicio : Estirar los músculos de los pies y las pantorrillas suavemente una vez que los músculos estén calientes.
  • Descansar los pies : Los músculos y las articulaciones pueden beneficiarse de un día de descanso, especialmente para aquellos que realizan muchas carreras, deportes o actividades de alto impacto. Una persona puede considerar la posibilidad de alternar con actividades de bajo impacto, como la natación, el yoga o el entrenamiento de fuerza para proteger sus pies de las lesiones.
  • Usar zapatos de apoyo : Esto es especialmente importante para las personas con diabetes o artritis. Los zapatos que se ajustan correctamente y proporcionan apoyo pueden ayudar a prevenir el dolor por el uso excesivo, los esguinces y las tensiones. También pueden ayudar a evitar resbalones y caídas.

También hay que evitar ir descalzo y sustituir el calzado cuando empiece a estar desgastado o resulte incómodo.

Conclusiones

Los pies trabajan duro para sostener y mover el cuerpo cada día, por lo que cualquier dolor de pies debe ser atendido de inmediato para evitar que empeore.

La mayoría de las causas del dolor en la parte superior del pie pueden tratarse con métodos no invasivos, como el descanso y los estiramientos.

El dolor de pies causado por una enfermedad debe ser tratado por un médico.